A modo de esconderme del corazón

Capítulo 18
Me pregunté que querría Diego, apenas nos habíamos conocido, no se me hacia extraño que me mandara mensajes de texto, lo extraño es que eran 2. Abrí el primer mensaje y decía - No necesitaba golpes para saber que no puedo estar contigo, dile a tu novio que no debió ser tan agresivo, al fin y al cabo hasta nos conocemos. Diego -,  estaba sin palabras, no cruzaba ni una sola idea de que decirle a Diego en ese momento, debía pedirle disculpas? Sonaría muy clásico y estaba segura que lo alejaría y todo por el mal proceder de Jonathan que jamás había sucedido antes, él sabía que yo tenía amigos así que ese comportamiento se me hizo completamente extraño.
Estaba enojada con Jonathan pero su cara de tristeza me puso mal a mi y lo menos que quería en ese momento era pelear con el, decidí darle las buenas noches y salir a mi habitación. Al entrar pude leer con mas calma el segundo mensaje, tenía 30 minutos de diferencia con el otro, decía - Tal vez no quieras hablarme, pero quisiera verte para poder aclarar este gran malentendido que terminó a puños, respondeme por favor. Diego-, quedé pensando en responder ese mensaje, pero no sabía si sería buena idea verme con el, tal vez Jonathan lo malinterpretaria de nuevo y sería otra pelea, otro enojo mío, otra vez Jonathan con su cara de perrito regañado, eran demasiadas emociones para mi. Estaba lo suficientemente alterada con todo lo de esa tarde que era mejor dormir, deje mi celular en la cama mientras iba a cepillarme los dientes y a desmaquillarme al entrar a mi habitación la pantalla estaba prendida, fui a ver y era otro mensaje, me aleje de la cama y decidí ir a la cocina por una aspirina, tenía un dolor de cabeza muy fuerte desde que fui por Jonathan luego de tan hermoso show que hizo.
Mis padres estaban en la cocina hablando, entre como un fantasma, se quedaron mirándome a ver si les diría algo pero solo tome un vaso, cogí la aspirina me la tome y luego salí como si nada, quedaron atónitos porque ese no era mi comportamiento habitual pero no tenia ganas de discutir ni de hablar con nadie acerca de lo que había pasado hoy y tenia que guardar la compostura ya que sabia que en cualquier momento explotaría y quería dormirme antes de que eso sucediera. Al entrar a mi habitación mi celular estaba sonando, con aquella hermosa canción que había decidido poner para alegrarme antes de contestar una llamada, cuando vi quien era tiré el teléfono al escritorio y me acosté, traté de dormirme pero no pude, la ansiedad de contestar la llamada de Diego era evidente, intente otro poco hasta que vi que para mi era imposible y contesté. 
- Alo?
- Oye, perdón por el primer mensaje, estaba muy enojado.
- No te preocupes Diego, fue mi culpa, mi novio se volvió muy celoso y ya no puedo ni respirar sin que    el este molestándome.
- Uhm, de igual manera te debo una disculpa por el mensaje, debí ignorar a tu novio pero me pegó un puño muy fuerte y pues dolió bastante.
- Ay Diego, perdón por el mal comportamiento de mi novio, el no suele ser así, suele ser muy normal con mis amigos.
- Oye cambiando un poco el tema, podemos vernos mañana? Por favor!
- Pues Diego no se, depende donde sea, no quiero otro show de mi novio, con el de hoy fue suficiente.
- Si quieres nos encontramos en la fuente si no es mucho problema.
- Mmmm esta bien, pero a que horas?
- Que te parece a las 3? Es buena hora? O prefieres mas tarde?
- No, esta perfecto, pero lo que no se es porque quieres que nos veamos.
- Mañana te explico todo, vale?
- Jmm esta bien entonces mañana nos vemos a las tres.
- Okay, chao.
- Chao.
Me quedé pensando en si lo que iba a hacer mañana sería un error, pero si seguía así no dormiría, me quedé mirando al techo hasta que por fin me quede dormida. Era la madrugada y escuchaba un ruido en mi habitación, era alguien que había entrado no se a que a esas horas, con poca activación de mi cerebro encendí la lámpara, era Jonathan. Esta descalzo y con un pantalón de pijama de que me parecía tan lindo (yo lo había comprado). Lo primero que le pregunté fue que que estaba haciendo en mi habitación a esas horas, me contestó -Solo quería verte dormir, como ya no quieres ni hablarme solo puedo conformarme con verte dormir.-, lo primero que pensé fue que tal vez hacia eso para hacerme sentir mal pero también podía ser porque estaba arrepentido y eso era totalmente válido, mis ojos se llenaron de lágrimas y Jonathan me dijo - Princesa no llores, por favor.-, pero así lloré mas rápido, se levantó de la silla de mi escritorio, se sentó al borde de la cama apartando las cobijas, cogió mi cara y me dijo - Las princesas no lloran y menos tu que eres tan hermosa, perdóname por todas las cosas malas que he hecho últimamente, es solo que no quiero perderte.-, sus ojos reflejaban sinceridad y miedo y a la vez amor y ternura como cuando todo empezó, lo único que hice en ese momento fue besarlo y abrazarlo y así sentí como si para el tiempo, tal y como en el principio.