A modo de esconderme del corazón...

Capítulo 21


Luego de verlo tan arrepentido y triste me di cuenta que era mejor borra lo que había sucedido, los dos éramos muy tontos y peleábamos por cosas que no tenían sentido. Solo estábamos dañando todo el camino que llevábamos juntos construyendo, y que no queríamos que terminara porque sabíamos que para los dos seria algo muy duro, y más porque estábamos comprometidos y en poco tiempo ya estaríamos viviendo juntos.

Luego de nuestro abrazo decidí que debíamos hablar de todo lo que estaba sucediendo entre nosotros para poder resolverlo y evitarnos tantas peleas en nuestra relación, que la estaban fragmentando al nivel de mantenerlos alejados el uno del otro por un largo rato. Vi su cara nuevamente y noté que estaba llorando, no quería verlo con esa carita de dolor porque me dolía mucho mas a mi, el era mi todo y no quería que se fuera de mi vida ni sufrir los dos por argumentos absurdos y fáciles de resolver.

Al verlo mas calmado le dije -Jonathan, necesito saber que cosas debo mejorar para que dejemos de pelear tanto-, el secó las lagrimas restantes en su rostro con la manga de su chaqueta y me respondió con su voz quebrada -Tu eres la mujer perfecta, el que comete errores estúpidos soy yo, todo lo malo que sucede con nuestra relación es mi culpa y honestamente no quiero perderte, eres todo lo que quiero en mi vida y por eso pedí tu mano, porque quiero estar contigo el resto de mi vida sin importar lo que pueda pasar porque siento que contigo me siento bien, me siento feliz, siento que nada me falta, que todo es perfecto, y el que necesita saber que errores esta cometiendo soy yo-, quedé muy sorprendida con la respuesta de Jonathan porque honestamente no me la esperaba, tomando un respiro para pensar bien lo que iba a decir, finalmente suspiré y le dije con la mayor honestidad del mundo -Mira Jonathan, tu eres el amor de mi vida y acepté pasar el resto de mi vida a tu lado, pero a veces eres un poco irracional a la hora de actuar y eso me llega a asustar, aun recuerdo la pelea que tuviste en la calle con Diego y siento un poco de preocupación en cuanto a eso, no quiero terminar con un ojo morado solo porque no sabes calmarte con facilidad-. Jonathan solo asintió y me dijo -Te prometo que cambiaré por tu bien y el de nuestro futuro juntos, te lo prometo-, le sonreí y le di un beso. Luego de nuestra charla decidimos ver televisión un rato mientras mis papas llegaban a casa, y mientras escuchaba voces y risas me quedé dormida.

Amanecí arropada en mi cama, era sábado y eran solo las 8 am, escuche movimiento en el primer piso, probablemente en la cocina. Tenia mucha pereza de levantarme así que estuve acostada un rato hasta que ya sentía ganas de comer algo. Bajé y encontré a mis papás, a mi hermano y a Jonathan cocinando juntos mientras se reían de todas las cosas tontas que hacia y decía cuando era pequeña, me sentí un poco apenada porque ese tipo de cosas vienen a ser "familiares" hasta que recordé que Jonathan era parte de la familia y que podía conocer todo de mi. Entré a la cocina y todos se quedaron mirándome fijamente con una cara de miedo que nunca les había visto y les dije -Tengo cara de espanto?-, al momento en que terminé de hablar todos se rieron y me dijeron al unísono un lindo -Buenos Días-, cuando llegue a la cocina ya tenían casi todo el desayuno listo, solo faltaba servir y pasar a la mesa. Como vi que ellos estaban tan ocupados pasé todo lo que fuese necesario a la mesa y me senté en la sala a ver televisión, al rato salieron con todo lo que habían preparado y mi estomago comenzó a rugir, así que pasé a la mesa y me senté al lado de Jonathan. Luego de un buen rato de comer y reír mis papas se miraron el uno al otro, mi mamá asintió y nos dijeron -Bueno muchachos, ya va a ser un tiempo que ustedes decidieron comprometerse y nosotros hemos estado conversando en los pros y los contras de que ustedes se casen y vivan juntos, deben tener en cuenta de que aún están jóvenes y están estudiando-, nosotros nos miramos y yo contesté -Nosotros también hemos estado conversando en cuanto a todo lo que tendríamos que pensar a la hora de vivir juntos y aunque no lo creas ya hemos planeado muy buenas cosas, siento que los dos somos lo suficientemente maduros para poder llevar una vida juntos-, mis papas quedaron sorprendidos por lo que les dije pero por su expresión sentí que era un visto bueno a lo que estaba por venir, luego mi papá nos pregunto algo que aun no habíamos planeado y era tan importante como todos los planes que teníamos en mente, -¿Ustedes ya tienen una fecha especifica para el matrimonio?-
  


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Capítulo 20

El silencio en la casa era evidente, sabia que Jonathan estaba dolido y enojado, tal vez era mi culpa, como siempre lo es cada vez que tenemos problemas, siempre yo soy la que comete los errores y el que sale herido es el, lo cual me duele muchísimo pero aún así sigo cometiendo errores sin tener en cuenta todas las consecuencias que eso puede traer.
Pasó mucho rato hasta que volví a saber que Jonathan estaba vivo, no alcancé a entrar a ver que sucedía cuando escuché la puerta de su habitación, sentí como bajó las escaleras rápidamente y salió de la casa. No quise salir a buscarlo porque tal vez él necesitaba tiempo para pensar las cosas que e estaban pasando y era algo que no se podía solucionar fácilmente, lo único que pasó por mi cabeza en ese momento fue escuchar música de el mp3 que mis papás me habían regalado y llorar hasta quedarme dormida, y así fue lloré tanto que hubo un momento en el que ya no me acuerdo de que sucedió hasta el día siguiente.
Me levanté como si nada, pasé el día triste y con ese sentimiento de soledad que es horrible pero aún así tienes a todos pendientes de ti. Todos en el colegio me preguntaban que había pasado pero yo solo guardaba silencio y decía un triste "nada" para evitar comentarios de mis amigos, las clases pasaron lentamente pero yo solo quería seguir llorando hasta quedar limpia de todo lo que sentía pero en ese momento y ese lugar no podía. Pedí permiso para ir a baño, necesitaba un poco de agua en la cara para ver si podía pasarme todo lo que estaba sintiendo, lo único que pude hacer apenas llegué al baño fue sentarme en el suelo a llorar hasta que sonó el timbre, escuché voces y sabía que iban para el baño así que me levanté rápidamente, me lavé la cara e intenté salir pero las niñas que iban a entrar eran mis amigas, al ver mi cara roja e hinchada se dieron cuenta de inmediato que llevaba media hora llorando, me abrazaron y me dijeron que si me sentía bien, al instante salieron con preguntas que ya me esperaba, lo primero que preguntaron fue "¿que pasó con Jonathan?", "¿están teniendo problemas?", ¿porqué no nos cuentas? Somos tus amigas y estamos para apoyarte", en ese momento las abracé y lloré hasta cansarme, ya estaba tan roja y tan hinchada que ya no parecía yo. Salí del baño acompañada de ellas y fui a comer algo para no sentirme tan mal, hablé con ellas y todo se calmó.
Al final del día ya me sentía un poco mejor pero aún así sentía ese dolor ahí, haciéndome sufrir, así que me fui rápido a casa y al llegar no había nadie, era un silencio aterrador y mucho más con lo que estaba sintiendo, subí las escaleras y escuché que alguien estaba en mi habitación, probablemente mi mamá necesita algo mío y halla entrado a buscarlo, era lo mas razonable en ese momento pero pensé mal. Cuando abrí la puerta Jonathan estaba sentado en la cama, mirándome, pero no de manera tierna y cariñosa sino con una mirada de dolor y arrepentimiento, yo no quería mas peleas, no quería mas dolor, no quería mas sufrimiento, el y yo nos amábamos y los dos cometímos muchos errores pero juntos sabíamos que somos humanos y no somos perfectos.  
No sabía que decirle, solo me quedé mirándolo apoyada de la pierna, el extendió sus brazos y me hizo una cara de "abrazame por favor, lo primero que hice fue acercarme a el y abrazarlo, el me abrazaba con fuerza, como si fuera su mamá, como si no me hubiera visto hace meses o incluso años y eso me hizo sentir mejor, sentí una gran seguridad a su lado, sentí como si eso no hubiera pasado, sentí como si las todo lo malo que había pasado desapareciera.

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Capítulo 19

Jonathan parecía un bebé, tan indefenso, tan "pequeño", a pesar de ser un hombre grande solo me demostraba lo contrario con sus actitudes. Aún se veía terrible y ya le había hecho una curación, tal vez como esta fue de mala gana no me quedo bien. El odiaba verme triste, verme sufriendo, y mas por su culpa, por alguna falla que él había cometido.
Le pedí que se devolviera a su habitación que hablábamos bien en la mañana porque tenía mucho sueño, mucho dolor de cabeza y mucho mal genio todavía, a pesar de que entrara a mi habitación y me hiciera llorar de la forma en que lo hizo. Cuando salió me puse a pensar en que querría Diego, para que me necesitaba? Tenía que esperar hasta las 3 de la tarde para saber la respuesta pero para mi era imposible esperar hasta esa hora. Cuando me levanté tenía a Jonathan con un desayuno y una rosa parado frente a mi cama, fue muy lindo que lo hiciera pero eso no quitaba que hubiera hecho un show que me dejo perpleja.
El día pasó y el reloj marcó las 2 de la tarde, me preparé para salir a ver a Diego y saber que era lo que sucedía pero antes de salir Jonathan me dijo que si podíamos hablar, nos sentamos en la sala y me dijo - Princesa, perdóname por lo de ayer, fue un error, fueron celos, entiende que no quiero perderte, solo quiero hacerte feliz, no es mas-, le contesté lo mas frío posible -Aja, claro-, se le desencajó la cara y de un momento a otro comenzó a llorar, eso si me hizo sentir mal porque sabía que era mi culpa, que estaba sufriendo por mi y yo lo estaba tratando mal, que lo estaba odiando por ser así. Se me derritió el corazón y lo abracé, le dije -Recuerda que a pesar de que tengamos problemas y peleas siempre te voy a amar-, se limpió las lágrimas me dio un beso y un abrazo.
Me paré me puse un saco y salí a la plaza, eran las 2:50 así que aceleré un poco el paso y llegué a la famosa fuente a las 3:05, Diego estaba de espaldas, llevaba algo en la mano al sentir mis pasos dio la vuelta, tenia muchos morados en la cara, todos obra de Jonathan, volví a sentir rabia pero tuve que controlarme para evitar peleas después. Saludé a Diego y me dijo - Tengo que hablar contigo, es importante-, yo solo me dediqué a escucharlo así que le contesté un simple sí. Me explicó que tal vez si se había ganado esos golpes por estar hablando conmigo, que esos eran buenos celos que lo cuidara, que no volvería a hablarme, en ese momento le pedí que parara y le dije -Porque? Yo no soy una amenaza o si? -, el me respondió - No es cuestión de que seas una amenaza, entiende que no quiero dañar una relación, ustedes están comprometidos, eso ya es mucho mas fuerte que un noviazgo-, Diego tenía razón con eso así que lo dejé seguir hablando, a medida que seguía hablando iban cayendo lágrimas en mi pantalón, trataba de evitar seguir llorando pero era imposible. Finalmente no aguanté mas y lloré hasta quedar sin lágrimas, Diego solo podía mirarme con cara de dolor aunque no sabía bien porqué si apenas nos conocíamos, me dio un abrazo y me dijo que mejor me fuera a casa, me acompañó hasta la entrada y me dijo que luego hablábamos, le di un abrazo y se fue.
Cuando entré a casa Jonathan estaba sentado en las escaleras, me miraba fijamente y mientras iba entrando me dijo - Que estabas haciendo con el? Que tiene el que no tenga yo? Porque saliste a escondidas? Porque?-, yo me asusté con sus preguntas, su cara de sufrimiento era evidente, en sus ojos podía ver el dolor que sentía por mis mentiras. No sabía que decirle en ese momento porque sabía que si llegaba a decirle que me gustaba Diego rompería a llorar y yo sabía que estaba comprometida y no podía dañar todo tan rápido porque daría de que hablar tanto en mi familia como el la escuela, Jonathan era un buen chico y no podía botar todo a la basura por un simple "amor de verano" que se iría con el tiempo. Tenía que pensar en que iba a decirle a Jonathan, solo me quedé mirándolo a los ojos, hasta que logré decirle - Estaba pidiéndole disculpas por lo que hiciste, diciéndole que solo fue un ataque de furia y que todo está bien-. Su cara se relajó un poco y se levantó y salió corriendo, no entendí porque lo hizo pero no lo detuve, solo dejé que se fuera para que pudiera aclarar todo lo que estaba sintiendo.

A modo de esconderme del corazón

Capítulo 18
Me pregunté que querría Diego, apenas nos habíamos conocido, no se me hacia extraño que me mandara mensajes de texto, lo extraño es que eran 2. Abrí el primer mensaje y decía - No necesitaba golpes para saber que no puedo estar contigo, dile a tu novio que no debió ser tan agresivo, al fin y al cabo hasta nos conocemos. Diego -,  estaba sin palabras, no cruzaba ni una sola idea de que decirle a Diego en ese momento, debía pedirle disculpas? Sonaría muy clásico y estaba segura que lo alejaría y todo por el mal proceder de Jonathan que jamás había sucedido antes, él sabía que yo tenía amigos así que ese comportamiento se me hizo completamente extraño.
Estaba enojada con Jonathan pero su cara de tristeza me puso mal a mi y lo menos que quería en ese momento era pelear con el, decidí darle las buenas noches y salir a mi habitación. Al entrar pude leer con mas calma el segundo mensaje, tenía 30 minutos de diferencia con el otro, decía - Tal vez no quieras hablarme, pero quisiera verte para poder aclarar este gran malentendido que terminó a puños, respondeme por favor. Diego-, quedé pensando en responder ese mensaje, pero no sabía si sería buena idea verme con el, tal vez Jonathan lo malinterpretaria de nuevo y sería otra pelea, otro enojo mío, otra vez Jonathan con su cara de perrito regañado, eran demasiadas emociones para mi. Estaba lo suficientemente alterada con todo lo de esa tarde que era mejor dormir, deje mi celular en la cama mientras iba a cepillarme los dientes y a desmaquillarme al entrar a mi habitación la pantalla estaba prendida, fui a ver y era otro mensaje, me aleje de la cama y decidí ir a la cocina por una aspirina, tenía un dolor de cabeza muy fuerte desde que fui por Jonathan luego de tan hermoso show que hizo.
Mis padres estaban en la cocina hablando, entre como un fantasma, se quedaron mirándome a ver si les diría algo pero solo tome un vaso, cogí la aspirina me la tome y luego salí como si nada, quedaron atónitos porque ese no era mi comportamiento habitual pero no tenia ganas de discutir ni de hablar con nadie acerca de lo que había pasado hoy y tenia que guardar la compostura ya que sabia que en cualquier momento explotaría y quería dormirme antes de que eso sucediera. Al entrar a mi habitación mi celular estaba sonando, con aquella hermosa canción que había decidido poner para alegrarme antes de contestar una llamada, cuando vi quien era tiré el teléfono al escritorio y me acosté, traté de dormirme pero no pude, la ansiedad de contestar la llamada de Diego era evidente, intente otro poco hasta que vi que para mi era imposible y contesté. 
- Alo?
- Oye, perdón por el primer mensaje, estaba muy enojado.
- No te preocupes Diego, fue mi culpa, mi novio se volvió muy celoso y ya no puedo ni respirar sin que    el este molestándome.
- Uhm, de igual manera te debo una disculpa por el mensaje, debí ignorar a tu novio pero me pegó un puño muy fuerte y pues dolió bastante.
- Ay Diego, perdón por el mal comportamiento de mi novio, el no suele ser así, suele ser muy normal con mis amigos.
- Oye cambiando un poco el tema, podemos vernos mañana? Por favor!
- Pues Diego no se, depende donde sea, no quiero otro show de mi novio, con el de hoy fue suficiente.
- Si quieres nos encontramos en la fuente si no es mucho problema.
- Mmmm esta bien, pero a que horas?
- Que te parece a las 3? Es buena hora? O prefieres mas tarde?
- No, esta perfecto, pero lo que no se es porque quieres que nos veamos.
- Mañana te explico todo, vale?
- Jmm esta bien entonces mañana nos vemos a las tres.
- Okay, chao.
- Chao.
Me quedé pensando en si lo que iba a hacer mañana sería un error, pero si seguía así no dormiría, me quedé mirando al techo hasta que por fin me quede dormida. Era la madrugada y escuchaba un ruido en mi habitación, era alguien que había entrado no se a que a esas horas, con poca activación de mi cerebro encendí la lámpara, era Jonathan. Esta descalzo y con un pantalón de pijama de que me parecía tan lindo (yo lo había comprado). Lo primero que le pregunté fue que que estaba haciendo en mi habitación a esas horas, me contestó -Solo quería verte dormir, como ya no quieres ni hablarme solo puedo conformarme con verte dormir.-, lo primero que pensé fue que tal vez hacia eso para hacerme sentir mal pero también podía ser porque estaba arrepentido y eso era totalmente válido, mis ojos se llenaron de lágrimas y Jonathan me dijo - Princesa no llores, por favor.-, pero así lloré mas rápido, se levantó de la silla de mi escritorio, se sentó al borde de la cama apartando las cobijas, cogió mi cara y me dijo - Las princesas no lloran y menos tu que eres tan hermosa, perdóname por todas las cosas malas que he hecho últimamente, es solo que no quiero perderte.-, sus ojos reflejaban sinceridad y miedo y a la vez amor y ternura como cuando todo empezó, lo único que hice en ese momento fue besarlo y abrazarlo y así sentí como si para el tiempo, tal y como en el principio.

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Capítulo 17
Busco las llaves de la casa entre mi maleta, hasta que finalmente las encuentro, me pongo la primera chaqueta que encuentro y me voy en busca de Jonathan, nunca había estado tan angustiada. Luego de un camino en el que no estaba ni pendiente de por donde iba caminando finalmente llego al café y esta ahí con un gran morado en su mejilla, varios rasguños y el labio reventado, hay varias personas que están esperando algo, aunque no se que es cuando me ven Jonathan grita - Es ella!-, todos suspiran aliviados y un hombre se me acerca y me dice - El es tu novio?-, yo respondo - No, es mi prometido-, el hombre se sorprende, claro esta que todo el mundo cuando lo cuento lo hace. El hombre me dice - Tu novio se peleó con un joven, con la excusa que te había llevado a casa, que eso no debería hacerlo-, me exalto y pienso en Diego.
Me acerco a Jonathan escondiendo mi furia y le digo -En que estabas pensando? Una pelea? Pensé que eras un caballero!-, tiene cara de cachorrito apaleado y entre sollozos me contesta - Amor perdona pero me dieron muchos celos cuando vi que te llevo a casa, ni siquiera conocía a tu amiguito-, por poco y le doy una cachetada, acaso no tengo derecho a tener amigos? No le encontraba nada de malo a eso, así como el tiene derecho a tener a sus amiguitas yo tengo derecho a tener mis amigos, que sea mi prometido no quiere decir que pueda controlar mi vida social, eso ya era pasarse de la raya.
Enfadada le digo secamente - Vamos a casa-, obediente se pone de pie y me sigue, el camino a casa fue con un incomodo silencio, llegamos a casa y le dije que subiera a su habitación que iba a preparar unas cosas para hacerle una curación, me obedeció y escuche sus pasos por las escaleras. Busqué un botiquín que mama normalmente guarda en la cocina y luego subí a su habitación. Estaba acostado en la cama acurrucado llorando como un pequeño y débil niño, escuchó mis pasos y se volteó, tenía los ojos rojos como si llevara llorando toda una eternidad.
Me acerco a el y le toco la mejilla, hace una mueca de dolor y luego me sonríe, pero sus ojos reflejan una enorme tristeza lo cual me pone mal a mi, abro el botiquín y pongo un poco de alcohol en un algodón y luego lo pongo sobre uno de sus rasguños veo que le arde un poco así que lo quito y cuando menos me doy cuenta sus manos están en mis mejillas y acerca su cara para que le de un beso, yo accedo y lo beso, extrañaba sus besos mas de lo que yo podía pensar, sus besos eran una de mis mas fuertes adicciones.
Esa tarde fue muy bonita luego de que le hice la curación ya que luego bajamos a la cocina y preparamos algo de comer, nos demoramos un poco porque nos pusimos a jugar pero al final logramos cocinar algo. Luego nos sentamos en la mesa y comenzamos a comer, estaba muy rico aunque fuera un revuelto de muchas cosas. Le hablé de lo que pensaba acerca de nuestra relación, que pensaba que se estaba terminando poco a poco y el aceptó que era cierto, que nuestra relación ya no era igual a lo que solía ser hace unos meses, así que logramos arreglar ese pequeño problema y seguir siendo felices.
Cuando llegaron mis papas y mi hermano, cenamos y nos quedamos hablando de todas las cosas que habían pasado ese día, de la cara de Jonathan y de mi examen. Luego subí a mi habitación y recordé que tenia otro mensaje de texto, podía ser alguna de mis amigas, o mis papas o mi hermanito, pero no, no era ninguno de ellos, aquel mensaje era del niño con el que me había cruzado hoy, Diego.

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Capítulo 16
Luego de seguir el compromiso, fui sintiendo que ya no era lo mismo, que algunas cosas habían cambiado, Jonathan ya no era el niño cariñoso que yo solía conocer, su indiferencia empezaba a ser evidente cuando le decía que lo quería o cuando intentaba darle un abrazo, el vivía la mayoría del fin de semana fuera de la casa y yo encerrada en mi habitación estudiando para los examenes finales.
Su extraña duda fue hace dos semanas y este compromiso se esta yendo por la borda y extrañamente no tengo miedo de perderlo. Esa noche en la cena decidí aclarar las cosas con Jonathan pero me arrepentí y decidí esperar a que el tiempo decidiera. Esa noche no pude dormir de pensar que luego todo lo que había sucedido se terminaría tan rápido.
Al día siguiente era Lunes, tenía examen de química y tenía una cara terrible de cansancio, llegué al salón y me entregaron el examen, lo hice muy rápido y eso que tenia mucho sueño y logré salir temprano. Salí de la escuela alegre y segura de el examen que acababa de hacer. Iba feliz y distraida por la calle viendo a los carros pasar y cuando menos me dí cuenta me estrellé con un niño, lo vi a los ojos y quede sorprendida, era blanco y sus ojos eran brillantes, me sentía tan extraña viéndolo, tenía una sonrisa singular y perfecta, me encantó tan solo con toparme con el.
Me miró y me dijo - Ten más cuidado por donde caminas!-, logré articular palabra y responderle - Lo siento, soy muy torpe.-, me sonrojé y vi su perfecta sonrisa, decidió presentarse, y me dijo - Hola, soy Diego, mucho gusto.-, y yo nerviosa contesté - Mucho gusto, soy Paola.-, me responde - Eres muy bonita, pero por lo que veo también muy distraida.-, este hombre me esta matando por dentro, como me mira, me sonríe, como habla, me tiene completamente atónita. Le respondo - Lo siento, perdoname, en serio iba muy distraida.-, me sonrió y me contestó - No te preocupes linda, todo esta bien, te acompaño hasta tu casa?-, mis rodillas se debilitan y tiemblan, no soportan mi peso y el de mi nerviosismo juntos, evito caer para no pasar mas ridículos frente a el, por poco me caigo pero le contesto balbuceando - Eee, ssi quieres, ssería lindo.-. Me acompaño hasta la entrada de mi casa y me dijo que le diera mi número, intercambiamos datos y me dijo que sería lindo vernos de nuevo pero sin chocarnos en la calle por la distracción de alguien, me reí de mi distracción de ese día y me dijo que en los próximos días me llamaría para salir o algo, me sonrojé, me despedí y entré a mi casa.
Subo alegremente las escaleras y me dirijo a mi habitación, no me sentía de esa manera desde que conocí a Jonathan, era realmente extraño, espero que eso que sentía en mi estomago fueran problemas y no mariposas o tendría que matarlas como fuera. No había nadie en casa por lo visto, y tenía que estudiar para el examen de mañana,matemáticas. Era la materia que más trabajo me costaba entender, más bien la que no entendía pero tenía que aprender o volvería perder y tendría que ir a recuperar, aunque para que pensaba en eso si igual tenía que ir por todo el año, así que un periodo no marcaba la diferencia, pero igual me aterra la idea de estudiar de nuevo este ultimo tema y todo lo demás. Debería dejar de pensar tan negativamente y comenzar a estudiar, las integrales definitivamente no son mi fuerte, me siento muy mal por eso. Enciendo mi computadora y me da por buscar vídeos en You Tube con buenas explicaciones, voy entendiendo poco a poco y tomo notas.
Escucho mi celular y lo cojo, hay dos mensajes de texto, abro el primero y es un número desconocido, lo leo: Amor, donde estas? Ya llegaste a casa? Necesito que vengas por mi, tuve una pequeña pelea y no me siento muy bien :( , te espero, estoy en el café donde me encontraste un día.
Una pelea? Porque? Que estaría haciendo? Siento decepción, después de todo no es un caballero como yo lo pensaba, porque si lo fuera no llegaría a los puños con alguien. Salgo corriendo al café, el afán es tanto que no me da tiempo para ver el otro mensaje, así que pienso en leerlo después.


A modo de esconderme del corazón...

Capítulo 15
Las palabras de mi mejor amigo me dejaron algo pensativa, pero pues decidí olvidarlo y dormir un poco. Escuche la puerta, podían ser mis papas o Jonathan, escuche pasos y sentí que abrían la puerta de mi cuarto, era mi mama, me saludo y se fue. Nada que llegaba Jonathan y yo estaba muy preocupada. Decidí ponerme un abrigo y salir a buscar a Jontahan ya que no contestaba el celular, busque en el parque cerca a la casa y no estaba, pensé que algo malo le había pasado.
Seguí caminando y entre a una cafetería cerca al parque, ahí estaba sentado mirando a la pared, me acerque y le dije -Amor porque estas aquí? Porque te fuiste tan temprano?-, me miro y me dijo -Porque no me siento bien, porque no quiero verte sabiendo lo que puede pasar-, me preocupe y le dije -Acaso que pasa? Que tienes?-, me respondió -Me contaron que te hablas mucho con Sebastian-, y le dije -Si, y que tiene que lo haga?-, me dijo -Amor pues que me da mucha rabia que lo hagas y tu sabes como me pongo cuando estoy de mal genio. Entiende que no quiero que pase nada malo ni que te vaya a lastimar, tengo mucho miedo.-,le pregunté -Es que acaso desconfías de mi? Piensas que volveré a besarlo?-, me respondió con lágrimas en los ojos -Si, tengo miedo de que me dejes por el ahora si-, yo quede super confundida, desconfiaba de mi? Lo de Sebastian sucedió mientras el desapareció de mi camino y pues todo fue por un momento y ya, no pensé que ese beso lo fuera a afectar tanto. Pedí un café y le dije a Jonathan que fuéramos a la casa, que habláramos mejor allá, que ese lugar no era el mejor para hablar de ese tipo de temas.
Llegamos a la casa, la comida estaba servida así que la conversación tenia que esperar, mis papas estaban mas habladores que siempre y se quedaron hablando un tiempo con Jonathan a ver como íbamos nosotros, Jonathan les dijo que todo estaba bien, que estábamos felices y que no veíamos la hora de casarnos. Me acordé de que en poco tiempo me casaría, me asuste ya que ahora con esto no me siento preparada como para asumir la responsabilidad de formar un vinculo tan grande con el.
Luego de una hora de conversacion en la que yo solo sonreía mientras Jonathan hablaba con mis papas, me subí a mi habitación, no quería nada, me sentía muy rara, pronto dejaría de tener una vida de adolescente y comenzaria a ver la vida como es, tan dura y difícil.
Me aterrorizaba ese futuro con Jonathan tan inseguro de la amistad entre Sebastian y yo, cosas habían pasado, eso no lo negaba pero se que jamas volverían a repetirse, eso era completamente seguro. Si me ponía a pensar en la inseguridad de Jonathan me parecía lo bastante estúpida ya que seria incapaz de darle un beso a Sebastian sabiendo que estoy con el, eso seria algo completamente tonto de parte mía y yo lo sabía.
Terminó la conversación de mis papas con Jonathan y el me miro con cara seria como diciendome que era hora de hablar, pase saliva, respiré hondo y cogí su mano y lo seguí a la sala. Se sentó en el sofá y me dijo - Tengo miedo de que vuelvas a sentir algo por Sebastian.-, mi cara era bastante obvia y le respondí - De que hablas? Yo? Con Sebastian? Debe ser una broma!-, el me miro con escepticismo - A mi no me mientas, el todavía siente cosas por ti, es que no lo notas? Donde tienes la cabeza?-, le respondí - Sabes donde la tengo? En nuestro matrimonio! Ahí tengo la cabeza.-, se sorprendió con mi respuesta porque jamás la esperaba, pensaba en una respuesta barata y pensada con gran afán pero tenia la respuesta formulada desde hace mucho, solo para un momento y una conversación como esa, pero había logrado sacarlo de dudas.