A modo de esconderme del corazón

Capítulo 19

Jonathan parecía un bebé, tan indefenso, tan "pequeño", a pesar de ser un hombre grande solo me demostraba lo contrario con sus actitudes. Aún se veía terrible y ya le había hecho una curación, tal vez como esta fue de mala gana no me quedo bien. El odiaba verme triste, verme sufriendo, y mas por su culpa, por alguna falla que él había cometido.
Le pedí que se devolviera a su habitación que hablábamos bien en la mañana porque tenía mucho sueño, mucho dolor de cabeza y mucho mal genio todavía, a pesar de que entrara a mi habitación y me hiciera llorar de la forma en que lo hizo. Cuando salió me puse a pensar en que querría Diego, para que me necesitaba? Tenía que esperar hasta las 3 de la tarde para saber la respuesta pero para mi era imposible esperar hasta esa hora. Cuando me levanté tenía a Jonathan con un desayuno y una rosa parado frente a mi cama, fue muy lindo que lo hiciera pero eso no quitaba que hubiera hecho un show que me dejo perpleja.
El día pasó y el reloj marcó las 2 de la tarde, me preparé para salir a ver a Diego y saber que era lo que sucedía pero antes de salir Jonathan me dijo que si podíamos hablar, nos sentamos en la sala y me dijo - Princesa, perdóname por lo de ayer, fue un error, fueron celos, entiende que no quiero perderte, solo quiero hacerte feliz, no es mas-, le contesté lo mas frío posible -Aja, claro-, se le desencajó la cara y de un momento a otro comenzó a llorar, eso si me hizo sentir mal porque sabía que era mi culpa, que estaba sufriendo por mi y yo lo estaba tratando mal, que lo estaba odiando por ser así. Se me derritió el corazón y lo abracé, le dije -Recuerda que a pesar de que tengamos problemas y peleas siempre te voy a amar-, se limpió las lágrimas me dio un beso y un abrazo.
Me paré me puse un saco y salí a la plaza, eran las 2:50 así que aceleré un poco el paso y llegué a la famosa fuente a las 3:05, Diego estaba de espaldas, llevaba algo en la mano al sentir mis pasos dio la vuelta, tenia muchos morados en la cara, todos obra de Jonathan, volví a sentir rabia pero tuve que controlarme para evitar peleas después. Saludé a Diego y me dijo - Tengo que hablar contigo, es importante-, yo solo me dediqué a escucharlo así que le contesté un simple sí. Me explicó que tal vez si se había ganado esos golpes por estar hablando conmigo, que esos eran buenos celos que lo cuidara, que no volvería a hablarme, en ese momento le pedí que parara y le dije -Porque? Yo no soy una amenaza o si? -, el me respondió - No es cuestión de que seas una amenaza, entiende que no quiero dañar una relación, ustedes están comprometidos, eso ya es mucho mas fuerte que un noviazgo-, Diego tenía razón con eso así que lo dejé seguir hablando, a medida que seguía hablando iban cayendo lágrimas en mi pantalón, trataba de evitar seguir llorando pero era imposible. Finalmente no aguanté mas y lloré hasta quedar sin lágrimas, Diego solo podía mirarme con cara de dolor aunque no sabía bien porqué si apenas nos conocíamos, me dio un abrazo y me dijo que mejor me fuera a casa, me acompañó hasta la entrada y me dijo que luego hablábamos, le di un abrazo y se fue.
Cuando entré a casa Jonathan estaba sentado en las escaleras, me miraba fijamente y mientras iba entrando me dijo - Que estabas haciendo con el? Que tiene el que no tenga yo? Porque saliste a escondidas? Porque?-, yo me asusté con sus preguntas, su cara de sufrimiento era evidente, en sus ojos podía ver el dolor que sentía por mis mentiras. No sabía que decirle en ese momento porque sabía que si llegaba a decirle que me gustaba Diego rompería a llorar y yo sabía que estaba comprometida y no podía dañar todo tan rápido porque daría de que hablar tanto en mi familia como el la escuela, Jonathan era un buen chico y no podía botar todo a la basura por un simple "amor de verano" que se iría con el tiempo. Tenía que pensar en que iba a decirle a Jonathan, solo me quedé mirándolo a los ojos, hasta que logré decirle - Estaba pidiéndole disculpas por lo que hiciste, diciéndole que solo fue un ataque de furia y que todo está bien-. Su cara se relajó un poco y se levantó y salió corriendo, no entendí porque lo hizo pero no lo detuve, solo dejé que se fuera para que pudiera aclarar todo lo que estaba sintiendo.

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